Tordesillas

Tordesillas, en pleno centro geográfico de Castilla y León, de la que dicen que fue el más importante cruce de caminos del noroeste peninsular, por lo que la convierte en un lugar de paso importante para los viajeros, fue el punto donde nos detuvimos en nuestro camino desde Madrid hacia Asturias, comunidad autónoma que convertiríamos en el eje central de la tercera visita de Isabel, que ya contaba con 19 meses de edad, a tierras peninsulares.

La villa cuenta con un encantador casco antiguo para caminar en el que hay bastantes puntos interesantes para conocer. Sus calles principales van a parar a la Plaza Mayor, un perfecto cuadrado, al que acceden directamente por los laterales.

Sus calles principales van a parar a la Plaza Mayor, un perfecto cuadrado, al que acceden directamente por los laterales. Esta plaza se encuentra porticada al completo y bajo las casas de dos pisos de altura hay tiendas y algún restaurante que podemos recomendar.

Como ya comentamos, simplemente dando un paseo por el centro es muy fácil ir encontrando los distintos puntos de interés y los monumentos históricos con los que cuenta, como pueden ser varias casas y palacios medievales cercanos a la Plaza mayor distribuidos a lo largo de las cuatro calles que confluyen en ella, o algunas iglesias y conventos, entre los que destacan la iglesia-museo Casa de Antolín, declarada como otras aquí, como bien de interés cultural,

Iglesia-museo Casa Antolín.

Tordesillas también cuenta con un gran puente medieval de sillería que tiene diez ojos sobre el río Duero, que en el pasado era paso obligado para los viajeros que cruzaban el noroeste con el centro de la península.

Además, la villa contaba con una muralla defensiva de carácter militar que la rodeaba, de la que actualmente sólo se conserva en la parte occidental la torre de Sila.