martes, 23 de febrero de 2016

Zafra en auto-caravana.

Entrada a Zafra por el Alcázar de los Duques de Feria.
Desde Mérida, a medio día pusimos rumbo a Zafra, una de las más importantes y prósperas poblaciones Extremadura. a la que llegamos casi de noche, después de hacer algunas paradas por el camino. Eso unido a la fuerte tromba de agua que cayó nada más alcanzar el parking gratuito para auto-caravanas que posee la ciudad prácticamente a la entrada de la misma, provocó que solo pudiéramos ubicarnos en él, jugar con Isabel hasta que se durmió, hacer la cena abordo, un ratito de televisión y a dormir tempranito con el ruido ensordecedor que hay dentro de la caravana cuando llueve con la fuerza desmesurada con que la climatología nos obsequió esa noche. No consideramos habernos perdimos demasiado, pues tampoco es que fuésemos a hacer muchas cosas con aquel intenso frío otoñal y un bebé de trece meses. Además en esa época del año anochece muy temprano y esta ruta en auto-caravana nos la habíamos tomado como lo que fue, unos días tranquilos de paseo con nuestra pequeña hija, y lo que viésemos, bien visto estaría.
Plaza Chica de Zafra.

La mañana siguiente amaneció fresca pero soleada, prácticamente fue la tónica en este viaje, así que nos preparamos muy temprano, salimos a desayunar a una cafetería enfrente del parque y después a recorrer los recovecos que ofrece Zafra.
Calles de Zafra.
Sus casas encaladas, sus fachadas y patios, sus plazas y su pintoresco aire andaluz, han hecho que a Zafra se la apodara como Sevilla la Chica, y así la percibimos nosotros.
Entrada al Alcázar desde la Plaza de Santa María.
Por el lugar desde donde entramos por nuestro propio pié a la ciudad, nos recibió la espléndida imagen del Alcázar de los Duques de Feria, que hoy en día está habilitado como un Parador de Turismo. Adosado a él  está en convento de Santa María y la plaza del mismo nombre.
Entrando a la Calle Sevilla de Zafra.
Cerca se encuentra la peatonal calle Sevilla, donde se haya la mayor parte de los comercios, y que conduce directamente al centro neurálgico de la ciudad, la Plaza Grande con la contigua Plaza Chica.
Panorámica de la Plaza Grande al llegar desde la calle Sevilla.
Ambas plazas, tanto La Grande como aún más La Chica, rodeadas de soportales de medio punto a base de ladrillo y empedrado con estética mudéjar, están conectadas entre sí por el Arquillo del Pan, y el encanto que desprenden, les ha valido la declaración de Conjunto Histórico Artístico.
Plaza Grande vista desde el Arquillo del Pan.
Algún punto atractivo más atesora esta encantadora ciudad, como por ejemplo la parroquia de Nuestra Señora de La Candelaria, pero pasado el medio día ya nos dimos por satisfechos con nuestra visita, y retornamos relajadamente hasta nuestra auto-caravana para re-emprender la marcha en dirección a un nuevo destino por descubrir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario