sábado, 2 de mayo de 2015

Trujillo en auto-caravana.


Trujillo, que ha pasado por muchas etapas de la historia española, fue desde poblado romano a ciudad medieval, incluso antigua y única capital de Extremadura, fue nuestra siguiente parada en la ruta que hicimos en auto-caravana, después de haber visitado el Parque Nacional de Monfragüe.

Su Plaza Mayor, centro neurálgico de la actividad trujillana, se encuentra presidida por la escultura ecuestre de Francisco Pizarro, el conquistador del Perú nacido aquí junto a otros grandes personajes históricos como Francisco de Orellana, descubridor del río Amazonas.

Su espectacular gastronomía, con su versión de las "migas extremeñas" a la cabeza, el precioso entorno natural en el que está ubicada, su historia y la importancia de alguno de sus monumentos, hacen que Trujillo sea uno de los puntos turísticos más atractivos de la toda la provincia de Extremadura.

Los palacios que se encuentran en la Plaza Mayor, La Iglesia de Santa María la Mayor son algunos de los edificios más destacados, pero el más impresionante de todos es el castillo que preside Trujillo desde lo alto de la colina.

Desde el castillo, que fue un antiguo alcázar árabe, al que es posible acceder a lo alto de sus murallas, se pueden disfrutar unas vistas inmejorables de la ciudad y su entorno. Nosotros disfrutamos allí uno de esos atardeceres que hacen que el recuerdo de un viaje sea especial.

La ciudad no tiene un lugar preparado para que los auto-caravanistas pernocten, por lo que nosotros lo hicimos en un pequeño parking público que hay cerca en la rotonda que da entrada a la parte baja de la ciudad. Así que recomendamos que para venir hasta aquí en auto-caravana, lo hagan con la misma totalmente preparada, completa de agua y con los tanques bien vacíos.

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