sábado, 30 de abril de 2016

La Sierra de Cazorla en auto-caravana.


Finiquitamos ya esta segunda aventura viajera familiar, realizada esta vez a bordo de una auto-caravana.
Nos quedaron muchas cosas por visitar junto a Isabel en ambas comunidades, por lo que tendremos que regresar, (eso es lo bueno de los viajes) pero después de casi un mes de vivir en una casa móvil, ya nos apremiaba el tiempo.

Teníamos que alcanzar Madrid para tomar el avión que nos devolvería a casa, pero como colofón a esta ruta en auto-caravana por las comunidades autónomas de Extremadura y Andalucía, decidimos hacer un desvío para dar un pequeño vistazo a la Sierra de Cazorla, muy cercana al punto donde nos encontrábamos.

Para la pequeña Isabel, bastante cansada después de tantos días y kilómetros recorridos en la auto-caravana, sentadita en una silla, la que nos habían proporcionado junto con el vehículo, que no se adaptaba del todo bien a las necesidades de un bebé, aquel desvío que hicimos resultó ser una paliza un poco innecesaria e hizo que no nos sintiéramos del todo contentos con la decisión tomada.

No obstante, los paisajes que descubrimos a lo largo de la carretera que se adentra en la sierra de Cazorla sí que merecieron la pena. Además pudimos rendir pleitesía al héroe de los documentales de nuestra generación, el inolvidable Félix Rodríguez de la Fuente.

Pudimos visitar el mirador que lleva su nombre y recorrimos con nuestro vehículo, deteniéndonos en muchos de los miradores colocados estratégicamente a lo largo de la carretera que conforman la ruta creada por él mismo, de los que incorporó a su obra maestra "El Hombre y la Tierra" muchas de las llamativas imágenes que recordaremos para siempre los amantes de su serie.

La siguiente noche la haríamos en una estación de servicio próxima a Toledo, y al día siguiente después del trámite de entregar la auto-caravana, la pasaríamos de paseo por el centro de Madrid, donde repondríamos fuerzas para temprano a la mañana siguiente volver a casa y a nuestras vidas cotidianas, con un ojo puesto, eso sí, en la próxima aventura que podríamos hacer cuando se nos presentara la ocasión.

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