lunes, 15 de febrero de 2016

Mérida y su legado romano en auto-caravana

Anfiteatro Romano de Mérida.

Continuando con nuestra ruta en auto-caravana por la impresionante y sorprendente comunidad extremeña, llegamos hasta Mérida. Sin duda, de los lugares en el mundo que hemos visitado con historia del imperio romano, como fueron en su momento Cartago en Túnez o Mekines y su Volubilis en Marruecos por citar algunos ejemplos, ninguno de lo que hemos podido visitar hasta ahora, se acerca a lo que atesora esta ciudad en cuanto a cantidad y calidad de conservación de sus restos, exceptuando sólo quizás a la mismísima Roma.
Teatro Romano de Mérida.

El legado romano en Mérida, es sencillamente espectacular, y nos da una dimensión aproximada de lo que fueron las grandes urbes en aquellos tiempos.

Siguiendo unas indicaciones que encontramos en Internet, buscamos un aparcamiento céntrico donde suelen aparcar los autocaravanistas, que si bien no nos resultó nada cómodo por el hecho de estar en medio de una zona residencial, sí que se encuentra en un punto muy cercano, a no más de cinco minutos andando, del fabuloso anfiteatro romano de la ciudad. Allí nos ubicamos para dormir unas cuantas noches y tomamos ese punto como referencia desde donde partir en nuestras exploraciones de Mérida.
Templo de Diana.

La primera mañana, nos llovió abundantemente, por lo que aprovechamos para dirigir nuestra auto-caravana hasta la cercana zona comercial de Mérida y nos surtimos con algo de ropa de abrigo tanto para nosotros como para Isabel, ya que por nuestra condición de canarios, siempre pecamos de llevar menos abrigo del indicado. A medio día dejó de llover, así que volvimos a nuestro estacionamiento y después del almuerzo comenzamos con la primera parada indispensable aquí, el anfiteatro y teatro romano de Mérida. Colosales.

El anfiteatro de Mérida es un recinto donde antiguamente luchaban los gladiadores. Su construcción
data del siglo I a.c. y estuvo parcialmente enterrado hasta principios del XX cuando fue nombrado Bien de Interés Cultural y posteriormente, en 1993 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Adyacente a él se encuentra el Teatro, cuya magnificencia no deja dudas a que fuera nombrado en 2.007 como uno de los 12 tesoros de España.

Otra de las obras impresionantes que conocer en la antigua Augusta Emérita, es el puente que se alza sobre el río Guadiana, considerado como el más largo que se construyó en aquella época de esplendor del imperio.
Puente Romano sobre el Guadiana.

Hay que verlo tanto de día, ya que es muy bonita la vista que proporciona subir a lo más alto de los muros de la Alcazaba Árabe desde donde se alcanza a ver al fondo el puente Lusitana, como al anochecer, cuando lo iluminan, lo que le da una verdadera imagen de postal.
Acueducto de los Milagros.

El legado romano de Mérida da para mucho,el circo romano o los restos del inmenso acueducto de los Milagros, a las afueras, o La casa de Mitreo, que son los restos de una vivienda y algunas estancias con frisos y demás, que tuvo que pertenecer a algún personaje de renombre y apoderado de la época romana, o el templo de Diana y el arco de Trajano, ambos escondidos entre las calles del centro de la ciudad, son paradas obligatorias.
Arco de Trajano.

De épocas posteriores, tampoco deberían de ser imprescindibles para la visita, la Alcazaba Árabe, junto al puente romano del Guadiana, La Basílica de Santa Eulalia, que bajo el templo románico que podemos contemplar hoy en día exponen las ruinas del templo original, ni el Templo de Marte, un oratorio situado junto a la Basílica.

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