jueves, 4 de agosto de 2016

Teruel

Portal de la Daroca, cuesta de la Andaquilla.

Desde el nacimienro del río Cuervo y de camino a la comunidad valenciana, nos detuvimos unos días en la encantadora ciudad de Teruel, conocida por la extravagante y trágica leyenda de los amantes Isabel de Segura y Diego Marcilla como la ciudad del amor y poseedora de un importantísimo legado mudéjar, parte del cual reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Plaza del Torico.

A nuestra llegada al pequeño y compacto centro historico de la ciudad nos percatamos del sofocante ambiente post-primeveral ya que nos recibió una impresionante racha de pólen en suspensión. Las "pelotas voladoras" de este polen proveniente de los chopos eran del tamaño de huevos de gallina, parecía que estuviese nevando pero con un calor insoportable.
Catedral de Santa María de Teruel.

Con esta circunstancia climatológica, el estado febril de Isabel emperó, lógicamente. Así que una vez conseguimos aparcamiento, cosa que parece más difícil de lo que en realidad es en esta pequeña ciudad, nos alojamos en un hotel muy céntrico y que no tenemos problemas en recomendar, el Torico Plaza, justo en pleno centro neurálgico del casco histórico de la ciudad.
Torre de San Martín.

Tan malita se nos puso Isabel aquella primera noche en Teruel, que al día siguiente tuvimos que localizar el centro de salud (menos mal que nos encontábamos en España) para llevarla al pediatra, que la diagnosticó de una fuerte amigdalitis más una conjuntivitis vírica. Así que nos recetó una fuerte medicación para los próximos días. A la vuelta en el hotel, hablamos con la amabilisima y encantadora chica de la recepción y acordamos pasar unos días más alojados allí, con el deseo y a la espera de que la niña mejorara antes de proseguir con el viaje. Total, estábamos de viaje de familia y de lo que se trata es de pasarlo bien y no mal. Como siempre decimos, lo que podamos ver que no hayamos visto antes, bien estará.
Desgustando productos gastronónicos de Teruel.

Estábamos tan bien situados, que a cada atisbo de mejoría de Isabel, salíamos a la principal Plaza del Torico, a las puertas de nuestro hotel, a que la niña paseara y se refrescara con la brisa un ratito, Esos momentos los aprovechábamos para sentarnos en alguna de las terrazas y degustar algo de la exquisita gastronomía del lugar. En casi toda España se como de maravilla y de Teruel podemos decir que da la talla. El jamón de Teruel, sus quesos, carnes y vinos, son de calidad superior.
La escalinata neomudéjar.

Muy mal y con mucha fiebre lo pasó Isabel esos días, y nosotros por ella, pero a cada ratito que mostraba mejoría la volvíamos a sacar en direcciones distintas del pequeño centro de la ciudad para que pudiera jugar un poquito en alguna de las plazas o en alguno de los pocos parques infantiles que localizamos. El que más le gustó a ella, se encuentra junto a la estación de ferrocarril, justo debajo de la escalinata neomudéjar, que también, sea dicho de paso, esa es la mejor zona para dejar estacionado el coche, ya que allí finaliza la zona azul y se encuentra bastante aparcamiento.
Acueducto-Viaducto de los Arcos.

Si bien la Plaza del Torico, en la que destaca su fuente en medio, es el punto de reunión de Teruel, a muy poca distancia de allí se encuentran los puntos más interesantes para visitar allí.

El Mausoleo de los amantes está justo al lado, en una plaza interior del mismo nombre que conecta directamente con la del Torico por debajo de la fachada de los edificios que rodean a esta última.
Plaza de San Juan.

La catedral de Santa María de Teruel, también está a muy poca distancia de allí. Está declarada monumento histórico-artístico y su torre, techumbre y cimborrio son Patrimonio de la Humanidad.
Viaducto peatonal de Teruel.

Las espectacular Torre de San Martín y la igualmente llamativa Torre de la iglesia de San Salvador, imposible no verlas, son la seña y estandartes del arte mudéjar de esta ciudad.
Torre de la iglesia de San Salvador.

El Acueducto-viaducto de los Arcos, el Viaducto peatonal, el museo de Teruel o la Plaza de San Juan son otros de los encantadores e interesantes puntos que visitar en esta pequeñita pero imprescindible ciudad si estas recorriendo esta parte de la península ibérica.

A pesar del mal trago por el estado de salud de nuestra hija, nos trajimos a casa un muy buen recuerdo de ella.

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