Ares del Maestre

Nos fuimos de Morella en dirección a la costa valenciana, pero con un trazado preparado antes es de nuestra partida para visitar de camino alguno de los pueblos y ciudades encuadrados en el denominado como "anillo de Morella", es decir, alguno de los pueblos que comprenden la ruta de el Camino del Cid a su paso por la comunidad de Castellón.

A no más de media hora de coche, llegamos al primero de estos interesantes pueblos, Ares del Maestre, oficialmente Ares del Maestrat.

En un promontorio coronado por las ruinas de un castillo, a modo de magnífica atalaya, se arremolina esta curiosa villa ganadera, de la comarca del Alto Maestrazgo.

 Al igual que en Morella, el clima de alta montaña de Ares del Maestre, situado a unos 1.300 metros de altitud, varía de manera extrema, con temperaturas que bajan de los diez grados bajo cero y fuertes nevadas que dejan frecuentemente incomunicados a este y otros municipios de las proximidades en el invierno, hasta los más treinta del verano. A nosotros nos tocó lo segundo.

Ares del Maestre es reconocida también por sus famosas pinturas rupestres, que dan fe del asentamiento humano en este lugar desde tiempos prehistóricos.

Vistas desde las calles de Ares del Maestrat.

Ares del Maestre fue una buena excursión en familia. Disfrutamos de las vistas a los escarpados barrancos que la flanquean desde los miradores de las calles exteriores y paseamos tranquilamente por las empedradas callejuelas de su pequeño casco en donde se pueden visitar unos cuantos edificios religiosos interesantes como dos ermitas y la Iglesia de la Asunción de Ares.

El edifico civil más destacado es sin duda el castillo templario de Ares del Maestrat, del que se aprecia mejor su esplendor desde las afueras y también los antiguos portales de las murallas que aún sobreviven en las callejuelas de la ciudad.

Isabel, que iba mejorando su estado de salud, nos entretuvo un buen rato jugando, como no, en un pequeño parque infantil que encontramos paseando en el interior del casco antiguo.