sábado, 6 de agosto de 2016

Cantavieja, Mirambel, Forcall.

Plaza porticada de Cantavieja.

Cuando Isabel mostró los primeros síntomas de mejoría, decidimos retomar este viaje por carretera que realizamos en junio de 2.016 desde Madrid hasta la Comunidad valenciana, en la que teníamos pensado pasar a visitar alguna de las ciudades que a nuestro juicio nos resultaron más interesantes.
Vistas de la carretera convencional A-226

Como suele suceder, los planes no siempre resultan como has planeado, pero lo mejor de viajar sin nada atado sin duda es la libertad de cambio que tienes ante cualquier circunstancia ajena a tus deseos.
A-226 a nuestro paso por Fortanete.

En esta ocasión, fueron las fuertes fiebres y el malestar que había sufrido Isabel en los días previos, lo que nos hizo replantearnos la ruta que teníamos en mente, y que no era otra que completar las ciudades marcadas en el itinerario del Camino del Cid (descontando las que ya habíamos visitado Marijose y yo en anteriores viajes, desde su inicio en Burgos).
Plaza de Cantavieja con vista a la iglesia de la Asunción y al ayuntamiento.

Desde Teruel, tomamos la A-226. Una bonita carretera pero con muchas curvas, por lo que hay que tomarla con calma. Tiene varios tramos de montaña como el Puerto de Cabigordo y varias zonas donde parar a contemplar un bonito y tranquilo paisaje.
Callejeando Cantavieja.

Nosotros tuvimos que detenernos en más de una ocasión, pues no sólo es que viajáramos con una niña pequeñita, es que además todavía seguía enfermita y de cuando en cuando le repuntaba la fiebre. Además, el calor de esos días tampoco ayudó mucho, pero nos ayudó a que se distrajese de su malestar alguna sorpresa que nos encontrábamos en forma de vaquitas pastando o algún ave rapaz que se nos aparecía cada vez que nos deteníamos.

Dejamos atrás algunas localidades rurales interesantes como Corbalán, Cedrillas, Monteagudo del Castillo, Allepuz, Villarroya de los Pinates o Fortanete, pero nosotros hablaremos aquí solamente de las en que nos detuvimos y paseamos. La primera fue Cantavieja.

Cantavieja situada en una zona muy abrupta y barrancosa, junto al río del mismo nombre se encuentra muy próxima al límite de Aragón con la comunidad valenciana en su provincia de Castellón.
De almuerzo en Cantavieja.

Ha sido incluida en la lista de los pueblos más bonitos de España, gracias a su pequeño casco urbano nominado como conjunto histórico-artístico, en el que destaca la plaza porticada donde se encuentran la Iglesia de la Asunción y la casa consistorial de Cantavieja, que actualmente alberga el ayuntamiento.
Casas colgadas de Cantavieja.

Otra curiosidad de Cantavieja es que cuenta con "casas colgadas", al igual que otras ciudades más conocidas por ello, como son Cuenca, Ronda, Albarracín, Frías, Gerona y Tarazona.
En el mirador del Carrascal (Cantavieja).

Aquí, como no podía ser menos, encontramos un restaurante-asador de camino a la plaza porticada donde paramos y almorzamos algún plato de la zona, de lujo. Además, nos trataron de maravilla, sobre todo con a atención a nuestra niña.

Dejando atrás Cantavieja y siguiendo la misma carretera por la que llegamos, y ya practicamente en el límite con la provincia de Castellón, llegamos a Mirambel, una pequeña villa medieval completamente rodeada por una muralla defensiva cuyo pequeño casco urbano está reconocido por Europa como bien de interés cultural
Casco y murallas de Mirambel.

A pesar del reducido tamaño de la villa de Mirambel, alberga un notorio patrimonio, por lo que pasear tranquilamente por sus calles empedradas es de lo más entretenido e interesante.
Calles de Mirambel.

Dejamos atrás Mirambel y nos adentramos ahora en la comunidad valenciana. La carretera pasa ahora a denominarse CV-120 y por ella llegamos en menos de media hora a la primera ciudad que se recomienda visitar, Forcall.


Tenemos que decir que a nosotros nos dejó algo fríos. Lo más probable es que teníamos muchas espectativas después de haber leído sobre ella y puede que también porque empezábamos a estar preocupados por un nuevo repunte del malestar de Isabel.

Cierto que Forcall posee un casco antiguo de calles empedradas, pero el verlo lleno de coches junto a terrazas y chiringuitos no nos entusiasmó demasiado. Lo que sí que tiene, es una fotogénica silueta de sus casas, con la torre de su iglesia en medio y con las montañas al fondo.

No podemos hablar mucho más de Forcall, ni bueno ni malo, pues Isabel comenzó nuevamente a darnos señales de no se encontraba bien y decidimos poner rumbo sin pausa hasta el destino que señalamos como meta de hoy... y que se nos rebelaría sin duda, como una de las mejores ciudades que conoceríamos en este viaje...
Panorámica a la salida de Forcall.

Nota: acabamos de descubrir que Picasa, que era de donde insertábamos una proyección de todas nuestras fotografías al final de cada post de este blog, deja de funcionar. Para que puedas seguir viéndolas te dejaremos un enlace para que haciendo Click puedas acceder al album hasta que se nos ocurra algo mejor. Un Saludito.

Para ver todas las fotografías de estos lugares pica Aquí.

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